Sin reloj, pero con tiempo

Tesoro de las palabras fundamentales para vivir en el Siglo XXI

miércoles, 23 de junio de 2010

Concreto como el sol,
intrépido y distante,
el sueño del amor se parapeta
tras el agua de vida
vertida en canjilones de deseo.

Es literal y última
la verdadera fuente del calor,
porque se está extinguiendo.

El sol muere hace tiempo,
nosotros recogemos sus desechos
en forma de caricias, lametazos,
conjuntos de explosiones, quemaduras
y regocijo de la piel al aire.

¡Qué bien me siento cuando estoy desnudo
brindando la respuesta de mi cuerpo!

El sol es compañero,
como el amor maduro.

El gaucho insufrible

El mito, para crecer, necesita de la escena. Roberto Bolaño es un escenógrafo de mitologías contemporáneas, un diseccionador de los ismos, un precursor de la literatura del desarraigo. Elogio de lo comprensible: “ahora soy poeta y busco lo extraordinario para decirlo con palabras comunes y corrientes” (se arranca así, desde la p. 11).

Obra cortísima, tanto que hace daño. Literalmente se te cae de los ojos, se te escapa y te deja huérfano de imágenes. Escribe Bolaño como si se le agotaran las fuerzas en cada palabra, con golpes rápidos para economizar energía y afinar la precisión y la potencia de cada imagen. ¡Delicioso!

De Roberto Bolaño. En Anagrama.

El hombre que demostró el cristianismo

El esfuerzo, la valentía y la fe en Ramon Llull. Una obra preciosa de Santiago Mata, publicada por Rialp.

Extraordinario, porque se sale de lo común: biografía, ensayo, historia, filosofía, teología y novela en uno a la vez e individual en todo. Siempre he defendido que todo se puede explicar de manera fácilmente comprensible, aunque para ello hace falta dominar las artes que se desarrollan. Éste es uno de esos casos. La vida de Ramon Llull es una de las más interesantes de los últimos dos milenios en occidente: un hombre capaz de analizarse y analizar al hombre, de poner su contador a cero y recomenzar su vida en un ejercicio de humildad, coherencia y amor a Dios. Una vida ejemplar.

No resulta fácil narrar la vida de Ramon Llull. Es necesario acompañar la trayectoria del personaje con conceptos y categorías a menudo complejas y extrañas para el no iniciado: Mata acomete la tarea de manera clara y precisa, explicando sin pedantería, acotando con precisión, exponiendo con amplitud de miras y reflexionando con tanto respeto ―el que le alienta Llul― como fe y humildad. Este libro está escrito por una persona que cree que Jesucristo vive y que es necesario comunicarlo, labor a la que dedicó la mayor parte de su vida el biografiado.

¡Cuántos aprendizajes! Algunos creíamos que eran modernos los “mapas mentales”, el entrenamiento autógeno, la práctica de habilidades, el recurso a los gráficos, los diagramas lógicos. Pues bien, para Llull ya eran herramientas habituales de trabajo…en el siglo XIII. Un hombre que “viajaba para hablar con la gente, para saber qué pensaban y decirles lo que pensaba él… sobre Dios”. Un libro valiente éste de Santiago Mata, que, además, se lee tan fácil, engancha y apasiona tanto…; claro que el marco de los viajes, el Mediterráneo, ayuda: las cosas como son.

Una obra para “manosear las ideas y dar vueltas a las cosas”. Magnífico. De cabecera.