Sin reloj, pero con tiempo

Tesoro de las palabras fundamentales para vivir en el Siglo XXI

miércoles, 23 de junio de 2010

Concreto como el sol,
intrépido y distante,
el sueño del amor se parapeta
tras el agua de vida
vertida en canjilones de deseo.

Es literal y última
la verdadera fuente del calor,
porque se está extinguiendo.

El sol muere hace tiempo,
nosotros recogemos sus desechos
en forma de caricias, lametazos,
conjuntos de explosiones, quemaduras
y regocijo de la piel al aire.

¡Qué bien me siento cuando estoy desnudo
brindando la respuesta de mi cuerpo!

El sol es compañero,
como el amor maduro.

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