La soledad no existe.
Existe el silencio interior
y aún éste se puede compartir.
Existe un silencio
más allá de todas las aglomeraciones.
Un silencio tántrico,acogedor, fecundo, cálido;
un silencio organoléptico,
porque se puede percibir por los sentidos.
¿Para qué estar solos
si lo que queremos es disfrutar
del silencio?
Las olas del mar
están gritando en la orilla
y lo están haciendo en silencio.
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Me gusta eso de compartir el silencio. Tranquilo, humilde y en silencio, libre de tí mismo, compartir el universo.
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