Sin reloj, pero con tiempo

Tesoro de las palabras fundamentales para vivir en el Siglo XXI

viernes, 30 de julio de 2010

Ahí queda el amor

Como siempre, a Sara

Ahí queda el amor, apenas nada
que pueda compararse con el sueño
profundo y entusiasta y con empeño
por ser lo que reclama tu mirada:

Un aluvión de besos, una espada
para cortar el lujo con el ceño,
la naturalidad del aire dueño
de la elegancia misma rescatada.

Ahí la fuerza y la dulzura; verte
decirle al mundo lo que piensas mide
la precisión del tiempo al conocerte.
La misma esencia de tu olor lo pide,
que acomodar sentidos es quererte
como tu amor lo ordena y lo decide.

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