Sin reloj, pero con tiempo

Tesoro de las palabras fundamentales para vivir en el Siglo XXI

miércoles, 14 de julio de 2010

XIV

Esculpida en nada queda la penumbra.
La luz está más presente en la penumbra
que en otros muchos lugares
pues allí demuestra que cede su espacio
permite que la invadan
sin absorberla
sino proyectándola
de otra manera suave y más sutil.

La penumbra es el zaguán del conocimiento.
Ocurre, pero también la puedes conseguir,
puedes poner los medios, no sé,
bajar las persianas,
correr las cortinas,
mover las ramas de la higuera,
buscar el corazón de un algarrobo
―aquí tendremos además qué sombra fresca―
poner los medios, digo, y provocar
que salgan por la boca o por los ojos
o por los dedos que escuchan sus cuitas
o de cualquier manera
los sentimientos y las reflexiones
todo lo que hace al hombre acometer
sus movimientos y sus decisiones.

Ya estaba dentro
como si fuera mármol
más claro es el concepto
más fáciles los golpes
más ágiles las manos
más desacompasado ver contornos,
fisuras, pulimientos, brillos, restos
de material para decir ¡ya está!

Con la penumbra trabajar no es dado
más que a los que respetan a la luz.

Es una insinuación que se propone:
la penumbra, sí.

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